Receta: Buñuelos de calabaza

Los buñuelos son un postre dulce muy agradable, que une la harina con otros ingredientes muy sabroso, que lo convierten en algo muy sabroso para el paladar. La calabaza es uno de estos ingredientes, ya que se trata de un vegetal que ofrece muchos beneficios para la salud. Por ejemplo, ayuda a mejorar el funcionamiento del pancreas y mejora los nieveles de azúcar en el organismo.

También fortalece el sistema inmune y combate el estreñimiento, algo que puede venir muy bien en la época en que se utiliza la calabaza de temporada, el otoño y el invierno. Vamos a ver que hace falta para elaborar estos deliciosos buñuelos de calabaza.

Los buñuelos de calabaza ofrecen el dulce sabor de este vegetal de una manera nutritiva y muy agradable

Para elaborar los buñuelos de calabaza necesitamos los siguientes ingredientes:

– 1/2 Calabaza de tamaño medio cocinada

– 125 Gramos de harina

– 1 Cucharadita de polvo de hornear

– 2 Huevos

– 1 Cucharada sopera de ralladura de piel de naranja

– 1 Pizca de sal

– 25 Gramos de azúcar

Primero se ha de licuar la calabaza cocinada, con una licuadora o una batidora. Una vez se ha obtenido esta crema, se ha de añadir la harina y el polvo de hornear, mezclando bien y sin que queden grumos en el acabado final. Al resultado se le de ha de añadir la ralladura de piel de naranja y la pizca de sal.

En el caso de los huevos, hay que separar la yema de las claras. Estas han de batirse a punto de nieve, y junto a la yema, se han de añadir a la mezcla, uniéndola bien a ella. Es importante que los movimientos que se hagan para integrar ambas cosas sean muy fuertes para evitar que la clara se reduzca y pueda juntarse bien con la mezcla.

El resultado ha de ser una masa uniforme, sin grumos ni puntos más densos que otros. Con este resultado, se ha coger una porción con una cuchara y colocarlo en una sartén con el aceite bien caliente. Se pueden freír varios buñuelos a la vez, pero dejando siempre un espacio entre ellas para evitar que se peguen.

Se han de freír unos dos minutos por cada lado para conseguir la consistencia adecuada. Al estar bien fritos, se han de colocar en un plato sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite y ya está listo para consumirse sin problemas.