La clementina, el postre más sabroso y la golosina más sana

Los peques están más que acostumbrados a tener como postre dulces y lácteos. Es la recompensa más común si se han acabado el plato que han tenido para comer y sabemos que con este postre van a ponerse las pilas y se lo acabarán todo. Pero aunque no está mal que de vez en cuando tengan esta recompensa, es importante que la fruta sea también una de las opciones para disfrutar como postre.

Es fundamental que no se olvide que hay que tomar cinco raciones de frutas y verduras al día y el postre puede ser uno de los mejores momentos para hacerlo. Al menos, una de ellas. Las clementinas son una de las opciones más populares, una vez comienza la temporada. El otoño es el momento en que comienzan a estar disponibles y su sabor es muy agradable.

Obviamente, a principios de la temporada la fruta todavía tiene un sabor un poco ácido, aunque no demasiado. Es el momento en que los más aficionados a este sabor disfrutan comiendo la clementina. A medida que avanzan los meses de otoño, comienza a convertirse en una fruta más dulce y más apetitosa para todos. Es cuando los más pequeños pueden comenzar a disfrutar de esta fruta como postre.

Las clementinas tienen una gran cantidad de vitaminas, fibra y otras bondades que la convierten en algo ideal para poner punto y final a una comida sana y agradable. No solo es digestiva y ayuda a mejorar el tránsito intestinal sino que además puede resultar muy agradable para el paladar de los niños.

Además, puede ser también un perfecto sustituto para las golosinas o una magnífica merienda que aporte energía y vitaminas para que no pierdan ni un solo minuto y disfruten el día con alegría y fuerza. Unos gajos de clementina aporta mucho más que lo que puede aportar cualquier golosina industrial.