Cómo hacer una calabaza de Halloween

 

Tras el verano llega el otoño y con él, una gran cantidad de frutos propios de esta estación. Uno de ellos es la calabaza, protagonista de muchos platos que dan la bienvenida a la estación y que se utilizan no solo para formar parte de muchas de las recetas que saboreamos en esta época. Pero además, la calabaza se ha convertido en la protagonista de una de las noches más mágicas del año.

Halloween es una festividad que hemos adoptado de los Estados Unidos, donde es una de sus principales tradiciones y las calabazas tienen una importancia muy grande en esta fiesta. Con ella fabrican farolillos destinados a dar miedo pero que pueden ser tremendamente divertidos de hacer.

Una cara monstruosa en una calabaza de Halloween da mucho miedo y es terroríficamente divertida de hacer

Para hacer uno de estos farolillos tradicionales de Halloween hace falta una calabaza de un tamaño bastante grande, para que quede más bonita.  Se ha de seleccionar la parte más lisa de la calabaza para hacer la cara. Es más sencillo para trabajar hacerlo sobre esta parte con menos volumen para hacer bien los cortes.

Hay que dibujar la cara elegida sobre la calabaza, con un rotulador permanente para saber por donde cortar y confeccionar el farolillo. Con un cuchillo, hay que cortar la parte superior de la calabaza, haciéndolo de manera que el corte quede bien para volver a colocarla como tapa.

Con la parte superior retirada, hay que vaciar la calabaza. Con la pulpa que se retira, hay muchas recetas para hacer platos deliciosos y postres muy dulces y sabrosos, que puedes consultar en nuestro apartado de recetas y que te recomendamos. ¡Ni se te ocurra tirarla!

Una vez limpio el interior de la calabaza, hay que comenzar a hacer los cortes, siguiendo el dibujo que se ha hecho antes. Recuerda que los cortes rectos son más fáciles de hacer que los curvos, así que hay que buscar la manera de que el dibujo tenga más líneas rectas que curvas.

En el interior de la calabaza se ha de poner una vela, que es mejor que tenga una buena base y sea corta, para evitar que queme la tapa del farolillo. Se de encender por la noche para el efecto sea el buscado y produzca ese efecto tenebroso que se busca.

Pero Halloween no es el único momento en que se puede hacer este tipo de farolillos. Cambiando el dibujo de brujas o caras terroríficas por otros, como copos de nieve o otras figuras, se puede tener un farolillo ideal para cualquier otro momento del año. ¡Lo divertido es hacerlos!